Te garantizo que habrá épocas difíciles, y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida.
martes, 17 de julio de 2012
Amores improbables
La real academia define la palabra "imposible" como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un Afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que los Varon Rojos volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desmarcando del número uno a Federer. Una periodista convertida en princesa. El 12-1 contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.
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